La actitud y aptitud juegan un papel muy importante en el ámbito laboral ya que bien combinados harán el camino mucho más fácil para llegar a tener una carrera profesional con éxito.
La importancia de la actitud en las empresas
El conocimiento y la preparación de los empleados son el motor de una empresa para que funcione, sin embargo, la actitud de los mismos es lo que hará que ésta triunfe o por el contrario termine fracasando.
Tener aptitudes sobre un ámbito concreto de conocimiento hará que podamos optar a mejores puestos de trabajo, pero, hoy en día, el valor personal y la actitud, son un valor añadido que se tiene muy en cuenta en cualquier organización.
Algunas de las claves para fomentar la actitud positiva podrían ser las siguientes:
1. Cree en ti mismo
Aumenta tu autoestima y tu amor propio, aprende de todas las experiencias y no decaigas cuando algo no sale como esperabas. Todas las situaciones te enseñan algo, recoge lo que te interese y deshecha lo que no te aporte nada. Reflexiona, planifica y cuando estés convencido de hacer las cosas “bien” actúa.
Demuestra al mundo que valoras tu vida y exprímela al máximo.
2. Iniciativa
Las empresas buscan que aportes nuevas ideas, propuestas e iniciativas, no sólo que acates órdenes de tus superiores.
3. Utiliza un vocabulario positivo
Aléjate de las palabras que infundan negatividad, evita el “no puedo” “no sé hacer” “imposible” y sustitúyelas por “lo intentaré”, “me esforzaré”, “me aventuraré”…
4. Sonríe
Sonreir y reír ayudan a ser más positivo y que las personas que te rodean tengan más interés en estar a tu lado. Es un acto que no cuesta trabajo, el cerebro libera endorfinas que aumentan nuestra sensación de bienestar.
5. Ten una conducta proactiva
Anticípate y busca soluciones a los problemas, aporta ideas para resolver las dificultades. No tengas miedo a dar tu opinión y asume nuevos retos.
6. Busca apoyo si lo necesitas
Las situaciones negativas aparecen en cualquier momento, no hace falta que las busques, apóyate en las personas de tu entorno, personas de confianza, familiares, amigos o compañeros de trabajo, podrás afrontar la situación mejor y desde distintas perspectivas ya que a veces nos bloqueamos y no sabemos salir del problema.
7. Aparta los problemas personales
Cuando vayas al trabajo intenta marcar una línea de entrada en la que dejas fuera todas las preocupaciones o dificultades que te encuentras y no dejes que te afecten de manera que no puedas seguir con tu función en la empresa.
8. Intenta tener buenas relaciones laborales
Sé buen compañero, puedes ser competitivo sin tener que dañar a nadie. Ayuda siempre que puedas y no te frustres cuando alguien hace algo mejor que tú o consigue algo que crees que también te mereces, ya llegará tu momento y tendrás diferentes oportunidades, sólo trabaja, esfuérzate y añade actitud. Aprende de tus compañeros y de todo lo que te pueden aportar.
Otro de los aspectos que se debe tener en cuenta es el rol que tienen los responsables o directores de las empresas, ya que de ellos depende en gran parte la actitud del trabajador a la hora de realizar su trabajo. Si un empleado no tiene motivación por parte de su superior, lo normal es que muestre una actitud poco activa, sin embargo si se le ofrece motivación, lo más probable es que tenga una actitud más proactiva y ganas de trabajar y mejorar día a día.
El reconocimiento del trabajo juega un papel importante, no sólo deben señalarse los errores sino aplaudir los logros para que el trabajador se sienta incentivado de alguna manera.
En definitiva podemos decir que la combinación de la actitud y aptitud del trabajador más la motivación del empresario puede asegurar mejores resultados en el trabajo diario y por lo tanto facilitar el posible éxito de la empresa.
Cándida Lorenzo Ferris | Responsable de marketing y comunicación
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