Gestión de herencia digital
¿Has pensado alguna vez qué pasaría con toda tu información digital cuando fallezcas?
Al fallecer, no solo dejamos atrás nuestros bienes materiales, sino también toda una vida virtual que persiste indefinidamente en la red, a menos que dejemos instrucciones claras sobre qué queremos que suceda con ella. Esta «herencia digital» incluye una gran cantidad de datos y activos como cuentas de correo, perfiles en redes sociales, blogs, sitios web personales, archivos, fotografías, vídeos, contraseñas, y mucho más. Sin una planificación adecuada, la gestión de nuestra vida digital puede convertirse en una carga para nuestros seres queridos, quienes pueden no saber cómo acceder o gestionar esta información.
¿Podemos facilitar los trámites a nuestros seres queridos para que cierren nuestra herencia digital de la manera más sencilla y rápida posible?
Para evitar que nuestros familiares se enfrenten a complicaciones o confusiones tras nuestro fallecimiento, podemos crear un testamento digital, un documento legal que especifica qué se debe hacer con nuestra información digital. Este testamento permite designar a una persona de confianza encargada de gestionar nuestros activos digitales y decidir si se deben cancelar o conservar. En este documento se detallan las cuentas de correo electrónico, redes sociales, contraseñas y otros servicios online, además de proporcionar instrucciones claras sobre cómo manejar la información.
La importancia de planificar nuestra herencia digital en vida
Es recomendable definir en vida quiénes se encargarán de administrar nuestro patrimonio digital y dejar instrucciones precisas sobre cómo hacerlo. Esto no solo facilita el proceso para nuestros sucesores, sino que también garantiza que nuestras preferencias sean respetadas. Dejar instrucciones claras es clave para evitar malentendidos o disputas familiares.
Este procedimiento debe realizarse ante notario, al igual que el testamento tradicional, para que tenga validez legal. De hecho, algunos testamentos digitales pueden ser incorporados directamente al testamento tradicional, lo que facilita su gestión en el futuro. Es una manera de dejar claro, ante la ley, cómo deben manejarse todos los aspectos relacionados con nuestra huella digital.
¿Qué hacer con las contraseñas y cuentas online?
Aunque lo ideal sería adjuntar en el testamento digital las contraseñas y nombres de usuario de todas nuestras cuentas, este proceso puede ser más complicado debido a los constantes cambios de contraseñas que todos solemos hacer. Para resolver esto, hay servicios como gestores de contraseñas, que permiten almacenar y actualizar de forma segura todos los accesos necesarios. Sin embargo, es importante asegurarse de que la persona encargada de gestionar nuestras cuentas tenga acceso a estas herramientas o a la información actualizada.
Cuando la herencia digital es más compleja: negocios en línea, propiedades digitales y aspectos fiscales
La tarea de gestionar la herencia digital puede ser sencilla si nuestra huella en la red se limita a archivos, imágenes, información o vídeos personales. Sin embargo, se vuelve considerablemente más compleja si, por ejemplo, el fallecido gestionaba un negocio online o poseía activos digitales con un valor monetario significativo.

En el caso de influencers en redes sociales como Instagram o YouTube, o propietarios de canales que generan ingresos a través de publicidad, la situación requiere un análisis más profundo. Los ingresos generados por estos canales pueden formar parte de la herencia digital, por lo que los herederos deben conocer el estado y el valor de estos activos antes de decidir cómo gestionarlos.
De igual manera, el patrimonio en criptomonedas también representa una parte importante de la herencia digital. Las criptomonedas son activos digitales cuya gestión puede resultar complicada si no se dispone de la información necesaria sobre las claves privadas. Los herederos deben ser conscientes del valor de estas monedas digitales, y el fallecido debería haber dejado instrucciones claras sobre cómo acceder a ellas.
Asesoría fiscal en la herencia digital: ¿cómo gestionar los aspectos fiscales?
Una parte esencial de la planificación de la herencia digital es la asesoría fiscal, ya que muchos activos digitales tienen implicaciones fiscales. Las criptomonedas, los negocios online, o incluso los derechos de autor de contenido digital pueden generar obligaciones fiscales que deben ser gestionadas adecuadamente. Para los herederos, entender las implicaciones fiscales de estos activos es crucial para evitar sanciones o problemas legales en el futuro.
El asesor fiscal puede ayudar a determinar el valor de los activos digitales y cómo estos deben ser declarados en el impuesto sobre la herencia. Además, los ingresos generados por actividades online, como la monetización de contenidos o ventas de productos digitales, también deben ser incluidos en la declaración de la renta. La planificación fiscal preventiva es fundamental para evitar sorpresas o complicaciones cuando llegue el momento de gestionar la herencia.
Si el fallecido tenía una empresa online, es importante contar con un asesor fiscal para determinar cómo se debe transferir esa empresa, qué impuestos se deben pagar y qué consecuencias fiscales podría tener el traspaso de los activos digitales a los herederos.
¿Puede Google facilitarnos el trámite en vida?
Sí, Google ofrece una herramienta llamada Administrador de cuentas inactivas, que puede ser configurada para gestionar lo que sucederá con nuestra cuenta de Google en caso de fallecimiento o inactividad prolongada. Esta herramienta permite definir qué acciones se deben tomar si nuestra cuenta permanece inactiva durante un determinado período de tiempo, que puede ser de 3, 6, 12 o 18 meses.
El proceso es muy sencillo:
- Iniciar sesión en tu cuenta de Google y acceder al Administrador de cuentas inactivas en este enlace: https://myaccount.google.com/inactive.
- Definir el tiempo de inactividad que Google debe considerar para activar el proceso (puedes elegir entre 3, 6, 12 o 18 meses).
- Ingresar un número de teléfono móvil y confirmar la dirección de correo electrónico.
- Elegir hasta 10 contactos que serán notificados sobre tu cuenta inactiva.
- Especificar qué datos se compartirán con esos contactos (puedes seleccionar cuentas de Google específicas).
- Determinar si la cuenta debe eliminarse automáticamente o si otra persona debe tomar la decisión por ti.
- Finalmente, revisar y confirmar el plan.
Esta herramienta también permite a los familiares del fallecido gestionar la cuenta en caso de necesidad, aunque los herederos deben estar informados de cómo funciona el sistema para poder intervenir en caso de que sea necesario.
¿Qué pasa con las redes sociales? ¿Cómo podemos notificar un fallecimiento?
Las principales plataformas sociales también tienen procedimientos para gestionar las cuentas de los usuarios fallecidos. En Facebook e Instagram, los familiares deben notificar el fallecimiento enviando una copia del certificado de defunción. En lugar de eliminar la cuenta, muchas veces se opta por convertirla en una cuenta conmemorativa, donde amigos y familiares pueden seguir publicando mensajes en honor al fallecido.
En LinkedIn y Twitter, también es necesario que los familiares o personas cercanas notifiquen la muerte para que se puedan tomar las medidas adecuadas. En algunos casos, la plataforma permite cerrar la cuenta o dejarla como memorial.
¿Sabías que existen seguros de borrado de vida digital?
Algunas compañías aseguradoras, han comenzado a incluir coberturas para el borrado de vida digital en sus pólizas. Estas coberturas garantizan que, en el momento del fallecimiento, la aseguradora se encargará de eliminar los perfiles en redes sociales, gestionar la baja de cuentas de correo electrónico y blogs, y borrar cualquier rastro digital que el asegurado haya dejado en la web.
Este tipo de seguros es una forma de asegurarse de que la herencia digital no quede olvidada o sin gestionar adecuadamente.
La importancia de un testamento digital y asesoría fiscal
En definitiva, debemos tener en cuenta que, digitalmente hablando, no «morimos» del todo a menos que lo decidamos. Crear un testamento digital es una herramienta fundamental para asegurar que nuestros activos digitales y nuestras cuentas online sean gestionadas correctamente tras nuestro fallecimiento. Además, contar con la asesoría fiscal adecuada garantiza que los aspectos fiscales relacionados con estos activos sean gestionados de manera eficiente y conforme a la ley.
La herencia digital es un tema creciente y, aunque puede parecer un aspecto menor, se está convirtiendo en una parte esencial de la planificación patrimonial del futuro. La clave es actuar con antelación, asegurarse de que nuestra información digital esté organizada y ser conscientes de que, al igual que nuestro legado material, nuestra huella digital también merece ser gestionada de manera responsable.

Cándida Lorenzo Ferris
Marketing y Comunicación




